Los intelectuales creen en Dios... a su manera


Enviado por Ismael Martínez
Reportaje en "El Mundo", lunes 26 de febrero de 2007



¿Cree en Dios? ¿Cómo habla con Él? ¿Comprende su lenguaje? ¿Cuál fue su educación espiritual? ¿Cómo vive la fe de los otros? A éstas y otras íntimas preguntas han respondido intelectuales de la talla de Toni Morrison o Derek Walcott, ambos con un Nobel de Literatura a sus espaldas; o los también escritores Richard Ford, Eli Wiesel, Salman Rushdie, Jonathan Franzen y Paul Auster. Sus confesiones se han incluido en el libro ¿Tú crees? Conversaciones sobre Dios y la religión, que ha sido preparado por el profesor, cineasta y crítico italiano residente en Nueva York Antonio Monda y que aparecerá en unos días en España publicado por la editorial El Tercer Nombre.

Son muchos los nombres del ámbito cinematográfico -Martin Scorsese, David Lynch, Jane Fonda, Spike Lee...- que se han prestado a reflexionar en voz alta sobre un tema que normalmente permanece en el refugio de lo privado, y aparecen también figuras de la arquitectura, como Daniel Libeskind, o de la política, como Grace Paley. Y resulta relevante el testimonio de Saul Bellow, también Nobel de Literatura, muerto poco después de entrevistarse con el autor de este trabajo.

Decía Jorge Luis Borges que la idea de Dios de un ser sabio, todopoderoso y que además nos ama es una de las creaciones más audaces de la literatura fantástica. Consideraciones tan brillantes como ésta aparecen en el libro de Monda. A continuación, se ofrecen algunas de las confesiones más destacadas -y sobre todo diversas- de los protagonistas de ¿Tú crees?:

Paul Auster

«No creo en Dios, lo que no quiere decir que no considere la religión un aspecto culturalmente fundamental de la existencia. Mi familia pertenecía a esa generación de judíos que se acercaron a la religión después de la guerra con una actitud que revelaba un paradójico sentimiento de culpa. Tras el terrible sufrimiento del Holocausto, muchos sintieron la necesidad de acercarse a sus raíces».

Saul Bellow

«Sí creo en Dios. Soy judío. Mi madre era extremadamente religiosa, mientras que mi padre evitaba hablar de estos temas. Nadie está fuera del alcance de Dios. Yo rezo, pero no creo en las súplicas. No molesto a Dios. Considero la oración ante todo como un acto de agradecimiento por la existencia».

Jane Fonda

«He descubierto la grandeza del universo cristiano recientemente. Considero que Cristo fue el primer feminista y gracias a ello aprendí de estas enseñanzas a definirme hoy como una feminista cristiana. La fe es una experiencia que cambia todos los aspectos de la existencia».

Richard Ford

«No creo en Dios. Mi religión es la escritura. Fui educado de manera religiosa y hasta los 21 años asistía regularmente a la iglesia. La muerte representa para mí el fin y espero no darme cuenta en ese momento de que estaba equivocado. Mi religión y mi motivo para vivir está en el arte. Creo en la redención por el arte, pero considero que todo camino personal es válido. Yo identifico el arte con la divinidad».

Jonathan Franzen

«Una parte de mí es creyente, pero no creo en la imagen clásica de Dios. Creo que existe algo eterno y tengo un gran respeto por toda experiencia mística. Es una parte esencial de mi vida. Mi padre era un ateo militante quien, sin embargo, me enseñó a ir a la iglesia. Estaba convencido de la bondad de las enseñanzas cristianas y de que su doctrina podía inspirar buenas acciones. Mi madre era católica, aunque no muy practicante. La muerte, para mí, representa el misterio, el mayor de los misterios».

Spike Lee

«Creo que existe un ser superior, pero no creo en la religión organizada. La espiritualidad está continuamente presente en mis películas, sobre todo en Malcolm X y en el documental Four Little Girls. Las enseñanzas de Jesús son sublimes. El arte es un instrumento para elevarnos. Representa un intento de sublimación del hombre y lleva consigo la debilidad de sus autores. Pero el resultado a veces nos ofrece la intuición de la perfección. Quizá de Dios».

Daniel Libeskind

«Escucho a Dios cotidianamente. Y trato de huir de la tentación de buscarlo únicamente en momentos de necesidad. Creo que Dios es un principio mismo de la vida. No nos hemos creado solos. Considero que soy un hombre de fe. La espiritualidad es una dimensión de la existencia. Raramente lo recordamos cuando, por ejemplo, permanecemos sin palabras frente al misterio o a la belleza perfecta. En Gaudí es evidente el anhelo religioso. Yo siempre me he sentido atraído por la ineludible espiritualidad de una persona considerada herética como Le Corbusier o de un místico como Ludwig van der Rohe. Me atrevo a decir que no ha existido un gran arquitecto sin espiritualidad. Invito a quien no crea en Dios a escuchar a Bach».

David Lynch

«Creo que existe un ser divino, todopoderoso y eterno. Creo que cada uno lleva dentro de sí la capacidad para la revelación y para intuir la existencia de lo divino. El bien y el mal están dentro de nosotros, de allí proceden. Hago meditación trascendental desde hace más de 30 años. La novedad es que en estos últimos tiempos he emprendido un proyecto con mi fundación para difundir en lo posible esta práctica. Todo ser humano está destinado a la felicidad».

Toni Morrison

«Creo en una inteligencia interesada en lo que existe y respetuosa con cuanto ha creado. Mi idea de Dios es la de un crecimiento infinito que no alienta las definiciones pero sí el conocimiento. Cuando más grande es el conocimiento, más grande se hace Dios. Hasta la Biblia, ese libro maravilloso escrito por visionarios extraordinarios, es pequeña y reduccionista frente a la grandeza de Dios. Intuyo el orden y la armonía que sugiere una inteligencia y descubro, con algo de temor, que mi propio lenguaje se hace evangélico. Siempre existe un anhelo de Dios».

Salman Rushdie

«Creo no haber creído nunca en Dios, pero en mi familia existía una auténtica tradición espiritual: mi abuelo era extremadamente religioso y al mismo tiempo abierto y tolerante como pocas personas me he encontrado en la vida. Sin embargo, creo que existe algo misterioso e incomprensible, que sin embargo no es trascendente o sobrenatural. Utilizo pues el término alma al no existir otro más eficaz o más secular. En otras palabras, creo en un alma mortal».

Martin Scorsese

«Mi cine resultaría inconcebible sin la presencia de la religión. Mi catolicismo es parte de mi intimidad y estoy convencido de que siempre será así. Mi fe en Dios se halla en una búsqueda constante, pero, en efecto, me defino como católico».

Derek Walcott

«La religión es un hecho del que no se prescinde. Creo en lo trascendental, si bien las dudas asedian mi pensamiento y mi fe. Dudo, pero creo... en creer. Me imagino a Dios como un hombre blanco con barba, sabio y anciano. Y mi relación con ese Dios es inconstante. Admito que casi siempre rezo cuando estoy en dificultades. En la pureza de la juventud es más fácil descubrir, y así intuir, la presencia del alma».

Eli Wiesel

«La existencia de Dios es el único problema auténtico. A veces pienso que hablamos siempre de Dios sin darnos cuenta. Rezo constantemente. Hoy mi fe está herida, pero hay que recordar que el judaísmo enseña que ningún corazón está tan entero como un corazón roto y yo digo que ninguna fe es tan sólida como una fe herida».

Ni Hillary Clinton ni Condoleezza opinan Todos los entrevistados por Antonio Monda para el libro '¿Tú crees?' han nacido o han encontrado en Estados Unidos el lugar donde mejor expresar sus creaciones artísticas. El autor del libro, que ha contactado con un buen plantel de escritores y cineastas, considera que en EEUU la cinematografía última muestra una abundante presencia de temas religiosos, algo que, puntualiza, no es tan evidente en la literatura, con excepciones brillantes como la de Cormac McCarthy. Reconoce Antonio Monda que, durante el proceso de elaboración del libro, le conmovió «la dolorosa fe de Eli Wiesel», le dejó helado «el agnosticismo absoluto del historiador Arthur Schlesinger Jr.» y sintió ternura «por la búsqueda interior de muchos de ellos, especialmente por el escritor Nathan Englander». Éste contestó de esta manera a la pregunta '¿crees en la vida después de la muerte?': «De nuevo estaría tentado a decir que no, pero si me preguntase dónde creo que está mi abuelo ahora mismo, le respondería: 'en el Paraíso'».

A Antonio Monda le hubiera gustado llegar a tiempo para entrevistar a Susan Sontag y Arthur Miller. Sin embargo, le pareció sorprendente que entre los que se negaron a participar del proyecto estuvieran Hillary Clinton y Condoleeza Rice.