Carta a una madre


Enviado por Llucià Pou
Carta escrita por un alumno del Colegio Mulhacén (Granada, España)



Querida mamá:

No espero que te acuerdes de mi, aunque probablemente todavía no me habrás olvidado. Me llamo, bueno, a decir verdad, nunca os decidisteis sobre el nombre que me ibais a poner. Supongo que era demasiado pronto, aunque al final os hubierais decantado por el nombre del abuelo. Siempre me pareció un buen hombre, una pena que nunca lo vaya a conocer.

No sé muy bien porqué te escribo esta carta, quizás sea porque te sigo queriendo, aunque nunca llegaré a darte ese abrazo o ese beso que sin duda te mereces, y creo que en el fondo tú también me quieres.

No preguntaré porque lo hiciste, sé que tu cabeza en esos momentos era un caos. No sabías que hacer, es lógico. Pero no sé, a veces pienso y me pregunto si no había otros caminos, otras maneras. Aunque papá se fue y nunca quiso conocerme, los dos hubiéramos podido ser felices. Sé que, es difícil confiar en alguien cuando todo el mundo te señala, cuando la gente te empieza a abandonar, pero siempre te quedaba la abuela, ella nunca te hubiera dejado sola. Era tu madre. Quizás estabas asustada, pero huir nunca funciona bien.

En los pocos meses que pude conocerte aprendí mucho de ti. Y estaría encantado de haber podido aprender más. Y lo que sí que me quedo claro es que por mucho que te dijeran que estabas haciendo lo mejor dejándome, a ti te costaba creerlo. Eras valiente, por mucho que te intentaran manejar, te resististe... algo. Eso me hace sentirme como si casi estuviera vivo.

Pero entonces me asaltan todos esos pensamientos sobre el mundo, el colegio en el que hubiera estado, mis amigos, mis cumpleaños, mi primer beso, mi primer trabajo, mi boda... pero sobretodo me invaden pensamientos sobre ti. Y en esos momentos, me pongo triste y no puedo llorar. Me hubiera gustado tanto conocerte.

Sé que ya no hay vuelta atrás, ya nunca podré estar allí contigo. Ya nunca podré nacer. Hoy, en el que sería el día de mi nacimiento, me gustaría simplemente decirte que nunca tengas miedo, que hubieras sido una madre estupenda, lo llevas dentro... y yo, hubiera intentado ser un buen hijo, aunque solo fuera por verte sonreír.

Espero que a partir de ahora, confíes un poco más en ti misma. Y mamá antes de despedirte, decirte, que te perdono... y que te quiero.

Tu hijo.